![]() |
MOMENTO DEL BOMBARDEO. |
De acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la operación se basó en información de inteligencia precisa y tuvo como objetivo un complejo donde se encontraban decenas de dirigentes hutíes. El ejército afirmó que seguirá desplegando este tipo de ofensivas en distintos frentes.
El primer ministro asesinado había asumido en agosto de 2024 y, aunque no formaba parte de la cúpula más radical del grupo, su figura representaba un símbolo de legitimidad para el gobierno hutí. Su eliminación es vista como una acción estratégica para debilitar la estructura política rebelde.
La reacción no tardó en llegar: líderes hutíes prometieron represalias y aseguraron que la “respuesta será contundente”. El presidente del Consejo Político Supremo, Mehdi al-Mashat, calificó el ataque como una “agresión criminal” y advirtió que Israel enfrentará consecuencias.
Este nuevo episodio se enmarca en la escalada regional que se intensificó tras la guerra en Gaza. Los hutíes, aliados de Irán, han lanzado misiles y drones contra Israel y atacado buques en el Mar Rojo en apoyo a Palestina, mientras Tel Aviv insiste en que continuará actuando contra cualquier enemigo que amenace su seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario