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| DIEGO SANTILLI. |
Según confirmó Infobae, la ronda de reuniones comenzará este viernes con el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, uno de los mandatarios aliados con mejor vínculo con el Ejecutivo nacional. Luego, el lunes será el turno del sanjuanino Marcelo Orrego y del cordobés Martín Llaryora, ambos críticos de la gestión libertaria, pero considerados interlocutores clave en el diálogo institucional.
Mientras define si dejará su banca antes del 10 de diciembre, cuando se renuevan las cámaras legislativas, Santilli ya trabaja en el armado de su equipo de trabajo y en las líneas de acción que marcarán su gestión en Interior. En paralelo, mantuvo conversaciones con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, sobre la posibilidad de realizar una gira federal para reforzar los vínculos con los mandatarios provinciales, aunque sin fecha confirmada.
El nuevo ministro llega al cargo con la misión de recomponer la relación con las provincias, que se había deteriorado en los últimos meses. En particular, varios gobernadores que habían acompañado electoralmente a La Libertad Avanza expresaron su malestar por el trato recibido desde Nación, al sentir que eran equiparados con dirigentes opositores como Axel Kicillof. En su encuentro del 31 de octubre pasado, los mandatarios plantearon reclamos por mayores fondos y obras públicas, además de debatir los ejes de la reforma fiscal, la modernización laboral, el nuevo Código Penal y el Presupuesto 2026.
Uno de los desafíos centrales para Santilli será fortalecer la coordinación con los aliados provinciales que firmaron el Pacto de Mayo y que respaldaron los proyectos del Gobierno en el Congreso. Desde el entorno presidencial aclararon que el diálogo se mantendrá principalmente con esos referentes, dejando afuera a gobernadores peronistas como Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Con esta agenda de trabajo, Santilli buscará consolidar un vínculo político más fluido entre la Casa Rosada y las provincias para encarar las reformas estructurales que el oficialismo considera clave.

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